
...muchas veces basta una mirada, una mirada sostenida...
...tus ojos sobre los ojos del otro, adivinar el significado de los brillos...
...leer el futuro inmediato más allá de la pupila...
...quieres decir muchas cosas, pero aguántate las ganas...aprieta los labios...
...permite que las ideas circulen sin que salgan al exterior...
...alarga el espacio entre las preguntas y las respuestas...
...deja que los músculos se dibujen en el rostro... espera una señal de alerta...
...mantén la respiración... piensa que el otro también piensa... analiza... espera...
...la economía de las palabras, no es una virtud exclusiva de las monjas de clausura...
...un juego que practican los que saben hacerse los locos...
...los que entienden que no todos los interrogantes necesitan una respuesta y que la solución no siempre llega al abrir la boca...
...por qué decirlo todo?...
...por qué no conservar en el interior lo que se piensa?...
...por qué no convertir en secreto algunas de las ideas que nacen, al menos con la ilusión de que el tiempo las madure y las transforma en algo más duradero?...
...y que no todo lo que cruza por la mente puede convertirse en la palabra?...
...que el silencio a veces... Grita...
...CALLA, PARA ESCUCHAR... ...CALLA, PARA MIRAR...
...CALLA, PARA APRENDER... ...CALLA, PARA CALLAR...
...callar para saber si el eco existe...
...callar por que no todo lo que nos conviene, nos lo dicen al oído, ni en la intimidad de una confesión o con el volumen de un grito...
...callar, para comprender que el silencio es el antifaz de los sonidos más hermosos...
...por que manejar el silencio... es más difícil que manejar la palabra... (Clemenceau)