...fresas y champán...

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...escapémonos amor!... llevo fresas... y champán...

...lo hermoso de las fresas y el champán no es el sabor...
...no es el alcohol...no son los objetos en sí...es el instante...
...cuando se marcan los minutos con los dedos sobre la espalda desnuda del otro...
...el lugar... un camarote... las dos copas... cristal de Bohemia...
...frágil, como el sentimiento que nos llevó allí...
...el carmín tatuado en el borde de una de ellas...
...las fresas, acompañadas a los labios del otro en lugar de una palabra...
...sólo un gesto silencioso...dos personas...el azar que nos llevó hasta allí...
...las palabras... risas o sonrisas... sí, la seducción y el deseo...
...rozar los dedos, una calidez natural que colma el corazón...
...decirte con relativa facilidad cosas que no podía decirle a nadie más...
...besarte los párpados y los labios...
...por supuesto, levantarte el pelo y besar tus pequeñas orejitas...
...incitarte a que sueltes una risita sofocada...
...incluso ahora mismo, al imaginarte...
...se me antoja un fin de semana sin deberes...
...libre para satisfacer cualquier capricho...

...escapémonos amor!... llevo fresas... y champán...